domingo, 11 de enero de 2015

PUERTA DIVINA


Ante mi, un trabajo excelente forjado en hierro, como esencia de una puerta de noble madera, robusta, necesidad obligada para lo que reguarda al otro lado y que no delata más allá de lo visible en los alrededores de su exterior. He comprendido que el mal y los demonios siempre acechan, incluso en esos momentos que parecen tranquilos y ausentes de peligro, en esas situaciones imprevistas de la vida y aleatorias pueden conseguir hacer bajar la guardia.


Una voz me susurra, me empuja, acompañado de mis pasos y sin una clara conciencia de  mi presencia, todo queda libre ante mi, inmensidad universal y gélida que respiro
Los vientos frescos sin maldad aparente pueden cambiar el destino en un segundo, hay que modelar la reacción haciendo uso de las intuiciones, las revelaciones o los secretos. Y  la prueba de ello es conseguir no descuidar el centro ni el cielo, jamás!!!.


Tormentas, sueños, espejismos y huracanes me confunden, perdiendo el rumbo inicial elegido. Todo está más que entendido, ya en mi mente, no hay explicaciones que dar, ni entender o exigir. 


Allí en el exterior truena con fuerza, los rayos intermitentes iluminan las delicadas formas del mármol frío, rígido, distinguido y de tenues colores. Destino de lo intangible en el ser, exhibiendo lo perpetuo en la materia e indisoluble en el tiempo.


Silencio impasible, perpetuo y ajeno al mundo exterior. Sintiendo como mis rodillas se doblan por si solas sin haber recibido una orden aparente y me reclinan lentamente ante el pequeño altar, sin ofrecer resistencia a nada, ausente a los estímulos, sin reflejos y con helada sangre que no circula.


Existencia de reflexiones detalladas de un ser espiritual, etéreo y de ninguna parte. Tiempo sin medida, detenido en eternidad todavía no merecida. Paz interna que me llena y poco a poco me devuelve a mi espacio terrenal asignado en el infinito universo como pasajero de un tren que no se detiene. Sol que nace y crece, calienta con fuerza, como cada mañana de este cálido verano.



Y sin decir nada ni nada que objetar, miro el cielo claro de esta mañana, y al volverme atrás, la puerta con sus inolvidables ornamentos ya está cerrada tal y como lo ha estado siempre. Ya en la lejanía pienso en la carencia de lucidez para discernir entre realidad, visión, delirio o imaginación. 


10 comentarios:

  1. Excelente trabajo y preciosos textos, no dejar de hacer estas maravillas!

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    1. Josefa!!! Muchas gracias, Los comentarios de este estilo son los que más agradan!!!! gracias por seguir mi blog!!!

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  2. Un rincón encantador de conpleta paz... Preciosas fotos Jordi :)

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    1. Noelia!!!! gracias por seguir mi blog!!!! sigo trabajando en este mismo estilo de lugares,,, tengo bastante cosa pendiente por colgar.
      Un saludo
      Jordi Vall

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  3. Me encanta tu blog, excelentes reportajes...

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    1. Sharol!!! Muchas gracias!!! Me entusiasman siempre estos buenos comentarios que ayudan a seguir con este difícil trabajo!!!
      Un saludo
      Jordi Vall

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  4. Excelente reportaje con una captura de luz muy buena.El arte fúnebre es un agran aliado para los amantes de la fotogragia urbex y tú le has sabido sacar mucho partido en este trabajo.Mis felicitaciones.

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    1. Gracias Raquel!!!!
      Genial que sigas mi blog,,, es un gran privilegio para mi.
      También te felicito por tu trabajo en tu blog "la retina pretérita" donde
      las fotos que realizas son únicamente de celular y sin editar, Es un
      trabajo excelente!!!!
      Un saludo
      Jordi Vall

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  5. ¿Todas las imágenes son del mismo cementerio? Están geniales. La verdad es que resulta un tanto inquietante colarse en el interior de las moradas privadas donde cuerpos desconocidos descansan esperando quién sabe qué o a quién. Aun así, es admirable la gracia que tienes para mostrar belleza donde a ojos de muchos no la habría teniendo en cuenta el deterioro o abandono que presentan los lugares y las piezas que allí se encuentran.¡Excelente trabajo, Jordi!

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    1. Gracias Carmela!!!
      Si, te confirmo que todas las fotos de este reportaje son del mismo cementerio. Es una lástima que algunos cementerios de hoy día estén en un estado un poco deplorable.
      Y también puedo comentar que los interiores e los panteones son lugares extremadamente tranquilos donde se disfruta de una gran paz. Recuerdo que nunca fuerzo ni rompo nada para entrar en los lugares que visito, muchas puertas o ventanas quedan abiertas o simplemente ajustadas por descuido de alguien.
      Un saludo
      Jordi Vall
      Recuerdo Abandonado

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