domingo, 12 de julio de 2015

BAR "CAN CAFE"


Las agujas de mi reloj indican las seis de la tarde, hora de la partida de dómino en el Bar del pueblo,  Can Café, mientras y de fondo, el típico ambiente de cada día... 

"camarero!!!, un carajillo, por favor...... marchando"



Al otro lado. sonaban las tímidas notas del piano que cada tarde hacía sonar Doña Emilia,  antes de retirarse a sus tareas de organización del bar, acto seguido dejar encendido el televisor en blanco y negro para deleite de algún solitario y aburrido cliente.



Hoy era un día especial para Vicente, el alcalde del pueblo, organiza un banquete esta misma noche en la sala comedor, junto al Bar, para celebrar su aniversario de boda. Los músicos ya están llegando y esperan sentados en la barra mientras deciden las piezas a tocar y en que orden.


Todavía falta el guitarrista y cantante, siempre es el último en llegar, escondido de las gentes y de todo lo social, se sienta en la barra apartado del resto del grupo tomándose a solas su habitual Johnnie Walker con tres cubitos a medio deshacer en el interior de una copa. Ni el alcohol logra hacerle huir de esa exagerada timidez, incluso cuando más desinhibido está pide sus copas con la cabeza baja, sin mirar a ninguna parte y en voz baja. Fuera de su familia y de su ridículo círculo de amistades nadie conoce el nombre de aquel despeinado muchacho.




Los días de concierto y después de una larga espera, es el momento de desenfundar su guitarra y tocar aquellas cuerdas con aquella brillante manera de arrastrar, todo cambia dentro de él, transformándose en el mejor de los cantantes de la provincia y con un desparpajo aterrador al cual se sumaba todo el público de sus conciertos. En la sala todavía silbidos y grit0s al mismo compás: otra, otra, otra... Eran los inicios del Rock  Roll. 



A la vez que sus compañeros de grupo se apresuran a sacarlo del local por la puerta de atrás, para evitar las avalanchas de eufóricas fans, subirlo a un coche, gas a fondo y a hombros dejarlo en su casa sano y salvo.  
     




6 comentarios:

  1. Casi puede ser la historia del Elvis Presley español. ¡Excelente texto e imágenes, Jordi!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Carmela!!!
      La sala donde hay esas butacas de madera adosadas, es una gran sala de baile, con un pequeño escenario al final, no pude disparar más fotos de la sala y no lo he podido mostrar.
      Parece ser que se hacían conciertos y bailes en esa sala.
      Quizás si actuó algún Elvis Presley Español.
      Un saludo
      Jordi Vall
      Recuerdo Abandonado

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. gracias Roberto!!!
      encantado de que haya gustado esta publicación!!!,,,, tu s comentarios son muy bien recibidos.
      Un saludo
      Jordi Vall
      Recuerdo Abandonado

      Eliminar