sábado, 13 de junio de 2015

OTORGADO PERMISO CANONICO


Toda una vida llena de entreactos, de recuerdos almacenados sin ser consciente, olvidos premeditados y en los que sin querer dejó de saber de ella misma. Los castillos majestuosos y los finales felices tampoco fueron el escenario vivido a lo largo de los años desde su infancia hasta sus últimos días.
Comenzó a ignorar los consejos de sus latidos, evitaba las amistades, fabricó con esmero sueños de soledad donde nadie fue ubicado y donde sus pensamientos a nadie llegaban, escuchó su propia voz traicionera en la lejanía y olvidó poco a poco quien solía ser. Estuvo tan ocupada diseñando alas de plumas que ya no recordaba su nombre, solo le quedó aquella pequeña iglesia que había diseñado con tanto afán y para la que consiguió en 1923 el permiso canónico del obispo para celebrar misas futuras en su recuerdo. Misas que nunca se celebraron ya que nunca nadie invirtió ni un solo segundo en recordar aquello que nunca existió.






2 comentarios:

  1. Curiosa solicitud y curiosa concesión. ¡Qué triste debe de ser dejar este mundo y que nadie conserve el menor recuerdo de nuestro paso por él! Está claro que tan abandonado es el espacio como el recuerdo de aquella que lo diseñó y que,para su desgracia, olvidó quizá lo más importante: buscar a alguien que la recordara, pues, sin nadie que lo hiciera, es como si hubiera sido invisible, fantasma de un fantasma.

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    1. Carmela!!! gracias por seguir y comentar mi blog,,,, te estoy muy agradecido.
      El lugar era curioso,,, me puse a realizar las fotos,,, aunque poca cosa había,, por no decir,,, casi nada. Lo curioso fue encontrar ese cuadro con el certificado otorgando permiso para realizar misas. Y la historia de la mujer,,, buscando información y preguntando pude saber alguna cosa.
      Un saludo
      Jordi Vall
      Recuerdo Abandonado

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